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Mario Vaquerizo (compañero y manager de Olvido Gara «Alaska») es la punta de lanza de este grupo de cinco componentes que han adoptado la estética de los 80, de la movida madrileña y del punk-pop mas rabioso. Nancys Rubias es tanto más que música imagen, estética y provocación. Se denominan artísticamente Nancy Anoréxica (Mario Vaquerizo), Nancy O, Verdadera Nancy Rubia, Nancy Travesti y Nancy Reagan, cinco personas que declaran abiertamente que no saben tocar y que han sido ayudadas en cuestiones instrumentales para grabar su primer disco de título homónimo.

Casi todas las canciones de su disco han sido compuestas por Nacho Canut (eterno compañero de Alaska en Fangoria y antes en Dinarama o en Los Pegamoides) y su hermano Mauro Canut, pero una de ellas es un tema póstumo del malogrado Carlos García Berlanga (ex de Dinarama). En una absoluta declaración de principios afirman que en sus letras abogan «por el lujo, las drogas y la liposucción». «No nos hemos vuelto locas sino que nuestro objetivo es pasarlo bien», aseguran. «No nos interesa decirle a la gente lo que tienen que hacer o pensar». Se declaran admiradoras de grupos y solistas de los años ochenta como Sigue Sigue Sputnik, Pet Shop Boys, Dictators, Isley Brothers, Siouxsie & The Banshees, Fangoria, New York Dolls, Sex Pistols, David Bowie y Camela. Lo suyo es algo parecido al tecno pop con riffs de guitarra estilo rocker.

El directo en playback

Su debut fue durante la última fiesta del Orgullo Gay de Chueca (Madrid), donde actuaron como teloneras de Fangoria. Pero en directo las Nancys Rubias sólo ponen la voz a las canciones. La música está pregrabada. A pesar de todo salen a escena mostrando imagen agresiva, con teclados, dos guitarras con diseño en forma de flecha y un triángulo como elemento de percusión. El objetivo número uno es convertirse en las reinas del petardeo, el rimel y las pelucas. Al margen de la actitud y la coreografía escénica el quinteto usa como material musical canciones de muy diversos palos. Hacia el infinito es una especie de homenaje a Marc Bolan. Moléculas inestables es una aproximación a algo parecido a lo que hace Marilyn Manson y Bailar hasta olvidar es una balada de corte heavy al estilo de las que han dado la fama a los Guns and roses. Eternamente juntos da un giro estilístico total y se mece en el mas puro ye-ye de los años cincuenta. Y Canción para una siniestra y Sólo te gusta lo que brilla son dos de los cortes mas durillos de entre los once que conforman el disco. Hay una versión de aquella Sálvame que popularizara Bibi Anderson y otra del tema Nadie debe morir del grupo Intronautas. Abróchense los cinturones recuerda fielmente al tema de la británica Goldfrapp: number 1.